lunes, 29 de octubre de 2012

No le ofreció la luna, le dijo sólo: "quédate conmigo, no hay fortuna que valga el corazón que te daré".

Todo el mundo ha soñado alguna vez con cómo sería la declaración de quien quiere. De cómo, a partir de ahí, seguirían todas las demás muestras de amor que te profese. Te imaginas situaciones que no se van a dar, al menos no con exactitud. Te imaginas cómo te sentirás. Qué responderás. Pero nada es tan mágico como cuando esa persona te dice lo que le ronda el corazón. Lo que experimenta cuando está contigo. Y entonces es cuando te das cuenta de que siente más de lo que es capaz de explicar, y de que tú sientes más de lo que creíste posible.

Te paras a pensar en el primer momento en el que pensaste que te gustaba de verdad, y descubres que no te diste cuenta de lo prendida que estabas hasta que ya era demasiado tarde. De que vuestra relación no ha avanzado a trompicones, sino como algo continuo. Os fuisteis enamorando el uno del otro a la vez con pequeños detalles, pequeñas caricias.

Y entonces llega el momento en el que él se para a pensar en ti. En aquello que tiene. Y se dice a sí mismo lo afortunado que es. Entonces es cuando tú te repites todo lo que has ganado desde el momento en el que decidió entrar en tu vida. En lo que seguirás ganando todo el tiempo que quiera permanecer contigo. Y te sientes inmensamente feliz. Por tener ese algo que siempre has estado buscando. Por ser correspondida. Y no concibes nada que sea capaz de hacerte sentir mejor.


1 comentario:

  1. Combinación perfecta entre Joaquín Sabina de títuLo y de Diario de Noah de foteLo :) #Love

    ResponderEliminar

Welcome to my life.