miércoles, 31 de diciembre de 2014

Disfruta del naufragio. Lo mejor está por venir.

Atrévete, equivócate, que allí donde no te encuentres, iré a buscarte. Allí donde no hagas pie, seré suelo a metros de profundidad. "De aquí no bajas, sirena".

Tocado.

Y las aguas se abren para verte los ojos; piernas de mujer buscando almohada cualquier noche. Noche que cierras en ese grito que se ahoga a ras de la superficie intentando salir. Esa mano que se resbala de la tuya y te hunde de nuevo.

Tocado.

Imágenes distorsionadas que mezclan el pasado, metiéndote mano en un callejón, y el futuro, que deja que se enfríe la cena caliente en la mesa. E intentas subir y abrazar ese calor, decirle que tienes el corazón bajo cero y que necesitas de su aliento para respirar. Pero te ahogas.

Tocado.

Y hundido.

Entonces es cuando sacas la mano a la superficie, sin más ayuda que tus huevos y tus ganas de vivir. Que le den al destino si has confiado tu porvenir a unas caderas que te dicen que vamos, que te seques el pelo y escupas el agua, que estás más guapa recién levantada y se quiere acostar para verte amanecer. Y sigues esos tobillos que te insinúan el camino, que te dicen que hoy sí. Que se la juegan a andar sobre cristales si después la coses. A ti. Y tiras la aguja, y que se clave en quien quiera abrirte las puertas que derribaste para no tener un picaporte sobre el que vivir.

Disfruta del naufragio. Lo mejor está por venir.

lunes, 7 de julio de 2014

La razón por la que me gustan más los perros que los gatos es porque necesitan contacto físico. Buscan acurrucarse contra cualquier parte de tu cuerpo para dormirse. Y me parece precioso. Y esto es aplicable a cómo me gustan las personas. 
Hoy me he dado cuenta de que llevo años formando un escudo alrededor de todo mi ser. Pensaba que esta valentía provenía de que había crecido y había aprendido de mis errores, pero en realidad sigo siendo la misma niña asustada de hace unos años. Tienes miedo a que te hagan daño y te haces daño teniendo tanto miedo. Las personas no cambian con el tiempo. Es el tiempo el que cambia con las personas. Puedes intentar crecer, dejarlo todo atrás y llevar una sonrisa como equipaje, que en el fondo, muy muy en el fondo, seguirás siendo la niña que le temía hasta a dejar de respirar. 
Buenas noches. 

miércoles, 18 de junio de 2014

Y no volveré a quererte tanto y no volveré a dejarte de querer.

Tengo la suerte de haber logrado echar raíces. Han tenido que pasar 20 años, sí, pero por fin he encontrado mi hogar. Tardé dos años en darme cuenta de que ya tenía un refugio, pero ahora valoro de otra manera a quién es mi casa. Pero también sé que confío en él y sólo en él. Que después de él no me veo capaz de volver a confiar en nadie. Que tengo miedo de perderle. Y que su único miedo es perderme. Que vale la alegría, no la pena. Que no debería dejarle, pero que es mi estado de ánimo. Es tantas cosas... Todas y cada una de mis cosas. Y es que le quiero. No hay más. Pasamos de ser dos completos desconocidos, a ser la persona que más me ha conocido. Con permiso de mis padres, por supuesto. Pero qué os voy a decir. Él es casa. La lluvia que moja pero no enfría. 

lunes, 26 de mayo de 2014

Tus ojos ven mejor que los míos.

Me senté encima de él, tumbado, para mirarle mejor. Él no me quitaba la vista de encima -y qué guapo estaba, joder-. Me miraba sonriendo hasta que le pregunté por qué.
-Eres lo más bonito que hay aquí ahora mismo.
Tenía las manos bajo su nuca.
-Te pesa la cabeza- le dije, guiñándole un ojo.
"Y a mí el corazón", pensé. Notaba cómo tiraba de mí hacia abajo. Hacia él.
"Eres mi punto de gravedad".
Y le abracé. Y juro que no le solté hasta encontrar el equilibrio.

jueves, 8 de mayo de 2014

Por la inmensa sonrisa de tus cansados ojos.

Siempre he sido una niña tímida, que pasaba desapercibida. El miedo arrasaba todo a su paso en mí. Era incapaz de proponerme algo y acabar haciéndolo, si conllevaba relacionarme con otra gente. Pánico. Auténtico pánico. ¿A qué? A hacer el ridículo quizás. A no agradar. A que la gente me mirara. Me observara. Se riera de mí. Que no es que lo hayan hecho alguna vez, sino era más bien miedo a que pudiera ocurrir. Y así pasaron los años. Y me he perdido muchas cosas. Muchas experiencias que ya no volverán. Y aun ahora me molesto yo sola por algunos comportamientos que me salen involuntarios. No hay un solo día que no trabaje por cambiarlos. Por ser mejor persona. 

Y os voy a contar un secreto. Muy muy bajito para que no me oigan. Para que no me oiga. Y es que de dos años y medio a esta parte, trabajo para ser mejor persona para él. Porque sé que se merece a alguien que sepa controlar sus emociones cuando se siente en peligro cuando, en realidad, nunca lo ha habido. ¿Sabéis esa persona a la que en silencio admiráis por cómo es y cómo trata? Pues eso es una pequeñísima parte de lo que él es para mí. Y sólo espero poder llegar a terminar de vencer los miedos de su mano para así poderle dar todo lo mejor de mí. 

Buenas noches. El último, que apague las estrellas. 

lunes, 28 de abril de 2014

Y tu alma hoy será mi voz.

Que esto de las relaciones es como lo de: si te gusta tu trabajo, no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida. Porque no cuesta, no requiere esfuerzos. Es simplemente disfrutar el uno del otro. Sin estrés, sin necesitar vacaciones. Esta es la forma correcta para que las cosas fluyan en el buen sentido. 

Y que yo he encontrado al/el mejor trabajo del mundo. 

viernes, 28 de marzo de 2014

"Sujétame un rato este sol" te dije y ya jamás volví.

Érase una vez, una niña preciosa que se ahogó en un vaso. Le lloraba a la noche y recogía sus lágrimas para luego abrazarlas. Se seguía sintiendo llena. Cubría su vacío. Un día, el vaso se le resbaló de las manos y calló en silencio esparciéndose por el suelo. El dolor de sus entrañas se mezcló con el vidrio hasta que ambos cortaron por igual. Comenzó a recoger los pedazos hasta que se cortó con un filo. Instintivamente, se acercó ambas manos, llevándolas al pecho. Y entonces lo oyó: su corazón. Seguía latiendo. Había sufrido, había llorado un mar, pero seguía latiendo con fuerza. Seguía viva. Entonces se incorporó, y abandonó la habitación dejando los pedazos atrás, para nunca más volver. Y es que, todo lo que necesitaba, jamás la había abandonado.

lunes, 24 de marzo de 2014

Que de tu mirada es de lo que estoy hecho.

Déjame contarte
Que me encanta tu lunar
Ese donde empieza tu muslo
Y acaban mis sentidos

Déjame decirte
Que me bebo en tus ojos
Cada vez que me miras
Y se me apaga el mundo

Ven, ven más cerca

Déjame explicarte
Que estoy casi tan prendida
De tu rostro mirando a la nada
Que de cuando me miras
Y somos todo

Déjame susurrarte
El momento
En que dejé de mirar al cielo
Para empezar a mirar tu luna

Déjame
Pero no me dejes

No todas las cosas son para siempre
Sólo las mejores.

viernes, 21 de marzo de 2014

Quedamos cerca del suelo, a la altura de tu cintura.

No creo en el amor. 

Así de simple.

No creo en cosas que no puedo ver, tocar, ni sentir. Por ti siento algo, por supuesto. Lo siento todo. Pero partiendo de que el socorrido amor no existe, por ti lo que siento es vida. Vida porque me das calor. Porque me impulsas. Porque me llevas de la mano. Porque me das aliento.

No creo en cosas que no puedo ver, tocar, ni sentir. 

Pero creo en ti. Y creo en un nosotros. Y sea lo que sea aquella necesidad de estar con la otra persona, aquello que lleva al rubor, a los besos y a los abrazos... Me gusta.

Casi tanto como tú.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Y aunque a veces vuele bajo, cojo altura si te veo.

Quiero que me guíes. Que me sigas guiando. En cualquier momento. En cualquier situación. Girarme y ver que sigues tumbado en la cama. En el lado izquierdo. 
-Te dejo el lado izquierdo. Que sé que es el que te gusta. 
-¿Cómo lo sabes?
-Porque te quiero.
Y que estés ahí, con el brazo izquierdo extendido esperando. Acogiéndome. Quiero darme la vuelta y acariciar tus labios. Que me muerdas el ombligo. Morderte la clavícula. Quiero que seas hogar, amor. A cambio, yo te ofrezco ser refugio.

martes, 18 de marzo de 2014

Anoche latí por dos.

Que esto, vida, será como tenga que ser. Que estoy contigo. A muerte. Que hemos salido de mil, y que saldremos de mil más. Tú y yo. Mano a mano. Que en el fondo sabes lo que vales. Y lo que quieres. Y que quieres ser feliz. Y que no te hagan daño. Pero que para ganar hay que sufrir. O no. Quizá no sufrir, pero sí ser fuerte. Hagámonos fuertes pues. Lo tienes todo a tus pies. Eres capaz de lo impensable. Confío en ti, cielo. Estoy contigo, ya lo sabes. Somos un todo, y como todo llegaremos al final. El que sea. Qué más da. Mientras tengas contigo todo lo que importa, qué más dará el resto. Que reviente el mundo mañana, que tú y yo nos quedamos a recoger los pedazos. 

miércoles, 12 de marzo de 2014

Ahora mismo.

Ahora mismo, alguien acaba de abrir los ojos por primera vez. Alguien está dando su primer paso. Alguien está dejando su primer diente bajo la almohada. Alguien está apurando sus últimas horas de cumpleaños.

Ahora mismo, alguien está dejando caer una primera lágrima. Alguien se está mordiendo la lengua. Alguien está experimentando un desamor. Alguien está siendo engañado. Alguien está cayendo al vacío. Alguien está llorándole a la almohada. Alguien ha echado a correr sin mirar atrás. Alguien está solo bajo la lluvia. 

Ahora mismo, alguien está riendo a carcajadas. Alguien está dando su primer beso. Alguien está dando la mano por primera vez. Alguien se acaba de enamorar. Alguien está sonriéndole a la nada. Alguien ha echado a correr. Para abrazar. Alguien está escuchando su canción favorita. Alguien está cumpliendo su sueño.

Yo, ahora mismo, tengo en la mesa el mejor té para pasar la noche. Las mejores amigas para leerme. Y la mejor persona especial para sostenerme.

Buenas noches.

sábado, 8 de febrero de 2014

Pues cada paso en falso lo daré contigo.

Entonces llega el día en el que te das cuenta de que pueden pasar los años, las amistades pasajeras, las parejas, que siempre tendrás a alguien a tu lado que huela tu tristeza o tu felicidad desde la otra calle, y corra a decirte un: "venga, nos vamos de cachis y me lo cuentas". Para que entre el humo y el alcohol se os olvide por qué habéis quedado y sólo quede el querer seguir juntas.
Que sé que suena a tópico, pero a ellas, mis almes, las quiero como a nada. Que estar con ellas es evadirte. Es hacer que el tiempo pase más rápido. Querer alargar los fines de semana a semanas enteras sólo para no tener que echarlas de menos.
Que nadie sabe lo que es tenerlas, porque es un privilegio que se nos ha concedido a muy pocos, pero que son preciosas. Todas. Y que no habría nada que no diera por ellas, porque ellas me han dado mucho más de lo que creen.
Así que brindo porque los inviernos se hagan más cortos, los veranos más largos, y porque ellas se hagan eternas.

sábado, 1 de febrero de 2014

Hoy te quiero a mi lado por si sufro averías.

Eres mi primer te quiero sincero. Quería que lo supieras. Hubo un momento en mi vida en el que me vi forzada a decirlo, pero me retracté nada más pronunciarlo. Eres mi primera historia de amor. Así te considero. Mi primer despertar. Mi primer abrazo con sentimiento. Mi primera caricia seguida de un beso. Eres una gran parte de mi vida. Eres esa sonrisa que quiero ver antes de quedarme dormida. Esa voz que quiero que me cante palabras que me hagan olvidar que siempre he pensado que mostrarse sensible en público era hacerse débil. Al contrario. Me haces fuerte, cielo.

Eres mi primer te quiero sincero.

No sé.

Quería que lo supieras.


miércoles, 29 de enero de 2014

Que estoy muy harta de muchas cosas. Que necesito un puto abrazo. Una puta carcajada. Una puta lágrima de felicidad. Necesito que me envidie el viento por poder susurrar más alto que él. Un puto beso. Eso. Eso quiero. Un beso. Un: "tranquila, todo pasa. Yo sé que puedes con esto y con más. Me tienes aquí, ya lo sabes".

Algo.

No sé.

Quizá sean cosas mías.

Pero empiezo a echarte en falta a diario.

Buenas tardes.

Welcome to my life.