lunes, 7 de julio de 2014

La razón por la que me gustan más los perros que los gatos es porque necesitan contacto físico. Buscan acurrucarse contra cualquier parte de tu cuerpo para dormirse. Y me parece precioso. Y esto es aplicable a cómo me gustan las personas. 
Hoy me he dado cuenta de que llevo años formando un escudo alrededor de todo mi ser. Pensaba que esta valentía provenía de que había crecido y había aprendido de mis errores, pero en realidad sigo siendo la misma niña asustada de hace unos años. Tienes miedo a que te hagan daño y te haces daño teniendo tanto miedo. Las personas no cambian con el tiempo. Es el tiempo el que cambia con las personas. Puedes intentar crecer, dejarlo todo atrás y llevar una sonrisa como equipaje, que en el fondo, muy muy en el fondo, seguirás siendo la niña que le temía hasta a dejar de respirar. 
Buenas noches. 

Welcome to my life.