miércoles, 31 de diciembre de 2014

Disfruta del naufragio. Lo mejor está por venir.

Atrévete, equivócate, que allí donde no te encuentres, iré a buscarte. Allí donde no hagas pie, seré suelo a metros de profundidad. "De aquí no bajas, sirena".

Tocado.

Y las aguas se abren para verte los ojos; piernas de mujer buscando almohada cualquier noche. Noche que cierras en ese grito que se ahoga a ras de la superficie intentando salir. Esa mano que se resbala de la tuya y te hunde de nuevo.

Tocado.

Imágenes distorsionadas que mezclan el pasado, metiéndote mano en un callejón, y el futuro, que deja que se enfríe la cena caliente en la mesa. E intentas subir y abrazar ese calor, decirle que tienes el corazón bajo cero y que necesitas de su aliento para respirar. Pero te ahogas.

Tocado.

Y hundido.

Entonces es cuando sacas la mano a la superficie, sin más ayuda que tus huevos y tus ganas de vivir. Que le den al destino si has confiado tu porvenir a unas caderas que te dicen que vamos, que te seques el pelo y escupas el agua, que estás más guapa recién levantada y se quiere acostar para verte amanecer. Y sigues esos tobillos que te insinúan el camino, que te dicen que hoy sí. Que se la juegan a andar sobre cristales si después la coses. A ti. Y tiras la aguja, y que se clave en quien quiera abrirte las puertas que derribaste para no tener un picaporte sobre el que vivir.

Disfruta del naufragio. Lo mejor está por venir.

Welcome to my life.