Quiero que me guíes. Que me sigas guiando. En cualquier momento. En cualquier situación. Girarme y ver que sigues tumbado en la cama. En el lado izquierdo.
-Te dejo el lado izquierdo. Que sé que es el que te gusta.
-¿Cómo lo sabes?
-Porque te quiero.
Y que estés ahí, con el brazo izquierdo extendido esperando. Acogiéndome. Quiero darme la vuelta y acariciar tus labios. Que me muerdas el ombligo. Morderte la clavícula. Quiero que seas hogar, amor. A cambio, yo te ofrezco ser refugio.
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