lunes, 24 de septiembre de 2012

Pero ha llegado la noche. Ahora te sientes bien.

Apoyar mi frente en tu pecho y cerrar los ojos. Dejarme llevar. Mis pulsaciones intentan mantener la normalidad, pero el mero roce de tu piel hace que irremediablemente se disparen. No lo puedo evitar. Entonces lo oigo. Tus latidos. Tu respiración. Al compás de la mía. Inspira. Expira. Tus dedos recorren mi espalda. Inspira. Expira. Me besas en la cabeza. Inspira. Expira. Y aquí sigues. Conmigo. En cada uno de mis latidos. Avanzando de la mano.


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Welcome to my life.